Frutillas con Champagne: Comida Afrodisíaca Hay gente de paladar sofisticado. Yo no soy una de ellas pero, por alguna razón, me vi todas las temporadas de Top Chef. Y una de las cosas que más me llamaba la atención era cuando decían que tal o cual plato era sexy. Dado que cada persona selecciona (inconscientemente) lo que percibe de cada situación según los parámetros de su historia personal, se podría pensar que lo mismo sucede con la sexualidad. Entonces, se podría decir que "sexy" es cualquier estímulo considerado sexualmente relevante para una determinada persona, o sea, capaz de provocar una reacción excitatoria. Por otra parte, existen algunas diferencias entre lo que resulta atractivo para los hombres y lo que estimula a las mujeres, pero este tema lo voy a dejar para otro post.Aquí, me gustaría enfocarme en la llamada comida afrodisíaca. Dicen los diccionarios que un afrodisíaco es una sustancia que excita o aumenta el deseo sexual. El término deriva de Afrodita, la diosa griega del amor (Venus para los romanos), relacionada con la belleza, el amor, el deseo y la fecundidad. Se dice que existen alimentos que poseen dichas propiedades, por ejemplo, las ostras, el anís, las almendras o la palta, entre otros. Sin embargo, no existe evidencia científica de esto, por lo que más bien, suponemos que los "resultados" -cuando los hay- tienen más que ver con un efecto placebo que con la supuesta magia de la comida.No hace falta ir a Harvard para saber que, si una pareja hace preparativos para una cena romántica, ya sea eligiendo un restaurante especial o cocinando un plato exótico, se genera de antemano una expectativa. Lo más probable es que ambos pasen gran parte del día fantaseando con aquel encuentro y que dediquen más atención a aquello que los haga más deseables para el otro. Entonces, resulta obvio que no es la comida en sí lo que erotiza, sino el contexto y la imaginación: los componentes esenciales del deseo.El hecho de hacerse un espacio y un tiempo para reencontrarse, tanto en lo concreto como en la fantasía, puede resultar un milagro para algunas parejas que hace rato que vienen postergando su vida sexual por priorizar otros aspectos de su cotidianidad. Si me preguntás, mi único consejo sería comer algo rico, pero liviano y en cantidades limitadas. No vaya a ser que te pase lo mismo que al pobre Ben. Después de todo, una cosa son los aromas y otra los olores...#comida #afrodisíaca
Hay gente de paladar sofisticado. Yo no soy una de ellas pero, por alguna razón, me vi todas las temporadas de Top Chef. Y una de las cosas que más me llamaba la atención era cuando decían que tal o cual plato era sexy. Dado que cada persona selecciona (inconscientemente) lo que percibe de cada situación según los parámetros de su historia personal, se podría pensar que lo mismo sucede con la sexualidad. Entonces, se podría decir que "sexy" es cualquier estímulo considerado sexualmente relevante para una determinada persona, o sea, capaz de provocar una reacción excitatoria. Por otra parte, existen algunas diferencias entre lo que resulta atractivo para los hombres y lo que estimula a las mujeres, pero este tema lo voy a dejar para otro post.Aquí, me gustaría enfocarme en la llamada comida afrodisíaca. Dicen los diccionarios que un afrodisíaco es una sustancia que excita o aumenta el deseo sexual. El término deriva de Afrodita, la diosa griega del amor (Venus para los romanos), relacionada con la belleza, el amor, el deseo y la fecundidad. Se dice que existen alimentos que poseen dichas propiedades, por ejemplo, las ostras, el anís, las almendras o la palta, entre otros. Sin embargo, no existe evidencia científica de esto, por lo que más bien, suponemos que los "resultados" -cuando los hay- tienen más que ver con un efecto placebo que con la supuesta magia de la comida.No hace falta ir a Harvard para saber que, si una pareja hace preparativos para una cena romántica, ya sea eligiendo un restaurante especial o cocinando un plato exótico, se genera de antemano una expectativa. Lo más probable es que ambos pasen gran parte del día fantaseando con aquel encuentro y que dediquen más atención a aquello que los haga más deseables para el otro. Entonces, resulta obvio que no es la comida en sí lo que erotiza, sino el contexto y la imaginación: los componentes esenciales del deseo.El hecho de hacerse un espacio y un tiempo para reencontrarse, tanto en lo concreto como en la fantasía, puede resultar un milagro para algunas parejas que hace rato que vienen postergando su vida sexual por priorizar otros aspectos de su cotidianidad. Si me preguntás, mi único consejo sería comer algo rico, pero liviano y en cantidades limitadas. No vaya a ser que te pase lo mismo que al pobre Ben. Después de todo, una cosa son los aromas y otra los olores...#comida #afrodisíaca