Rápidos y Furiosos: Eyaculación Precoz
- Gisela
- 4 abr 2017
- 2 Min. de lectura
Si durante la mayoría de las relaciones sexuales no puedes controlar voluntariamente el reflejo eyaculatorio, y éste se desencadena antes de lo deseado, ya sea antes de la penetración o inmediatamente después de ella, lo más probable es que estés experimentando una disfunción llamada eyaculación precoz.
Hay que aclarar que, prácticamente todos los hombres han tenido episodios semejantes una o más veces durante su vida (aunque no los blanqueen ante los demás). Por eso, sólo hablamos de disfunción cuando es una conducta que se repite en el tiempo y que genera malestar, tanto en el hombre como en su pareja, independientemente del género.
Si bien las causas pueden ser múltiples: orgánicas, farmacológicas y psicológicas, el factor común a todas es la ansiedad. La ansiedad es el huevo y la gallina.
Después de un par de episodios, el hombre comienza a tener una expectativa ansiosa ante la posibilidad de tener sexo. Tiene miedo de que le vuelva a pasar. Si esto se repite, generalmente, se desencadena un círculo vicioso en el que, a mayor ansiedad, menor posibilidad de que funcione. Cuando esto evoluciona en el tiempo, suele redundar en una falta de deseo o llegar a la aversión al sexo, por el pánico que genera el temor al "fracaso".
Este síntoma provoca mucha frustración e inseguridad y, en muchos casos, lleva al hombre que lo padece a un fuerte cuestionamiento sobre su virilidad, con el consecuente deterioro de la autoestima. También la relación de pareja sufre, especialmente si la reacción del otro es de enojo, recriminación y crítica.
Por todo esto, es fundamental no dejar pasar mucho tiempo antes de consultar y luego, no dar por "acabado" el tratamiento antes de tiempo.
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